lunes, 1 de febrero de 2010

MANIPULACIÓN DE CONTENIDO Y AUTOREFERENCIA EN "REDONDILLAS" DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ


La manipulación del contenido del que hizo gala la escritora Sor Juana Inés de la Cruz, es en cierta forma, es un reflejo de su indignación del maltrato hacia la mujer, buscando claramente hacer reflexionar tanto a hombres como a mujeres sobre la forma en que aquellos poco valoran la dignidad de una mujer en determinado momento, mientras sacian sus intereses sexuales para luego burlarse y denigrarlas, sin considerar que de no haber sido por ellos probablemente, la honra de quien se mofan estaría a salvo.

A mi parecer, fue una persona que escribió meditando en las consecuencias de los actos humanos. En este poema eso es lo que hizo, pues en cada una de sus estrofas muestra la debilidad que encierra al hombre, al seducir a una mujer, pero sobre todo a la idea que éste tiene de sus actitudes, acomodándolas de acuerdo a lo que él busca, sin considerar que quien se denigra es realmente él, al momento de hacer ver como una bajeza lo realizado por la mujer. No obstante, a mi parecer no culpaba solo al hombre sino también a la mujer por sus acciones, las cuales evidentemente consideraba malas actitudes. Estas reflexiones se evidencian en las preguntas que se hace en el poema.

No sé en qué se basó, pero si consideramos que probablemente por ser religiosa, no tuvo una vida amorosa como tal y que de hecho, en ninguna de las biografías (al menos las que yo consulté), se menciona siquiera que hubiera tenido experiencias amorosas, ella entonces podría haberse basado en lo que había observado en personas de ambos sexos y sus relaciones, relatos que otros le hacían o que se yo, cualquier otra forma, pero manifestó su evidente disgusto ante la forma en que se trataban hombres y mujeres, por lo que hace una evaluación subjetiva de la exclusión a la que eran sometidas éstas por los hombres y de la forma en que ellas lo permitían.

Los principales elementos de la manipulación del contenido del poema entonces, según mi punto de vista, se reflejan en el énfasis que le da a la clara desigualdad entre hombres y mujeres, al poco valor que tienen para ambos sexos las relaciones extramaritales, lo cual, no está de más considerar, sigue dándose aún en la época actual pues no es desconocido para nadie que en nuestra sociedad, se sigue presentado ese machismo en el que las mujeres que practiquen libremente su sexualidad son vistas como personas sin valores ni dignidad, mientras que el hombre que lo hace, es incluso exaltado y muchas veces, incluso admirado por los demás.

Si nos detenemos a dejarnos guiar por la manipulación de la que hace uso Sor Juana, realmente como hombres, podremos apreciar que lo que quiere hacernos ver es que tanto hombres como mujeres somos dueños de nuestras decisiones y que realizamos los actos que nos placen y que en una relación entre dos personas, es eso lo que realmente pasa, “una relación entre DOS personas”, por lo tanto los involucrados tienen el mismo derecho de hacer o no, lo que deseen, sin que eso deba ser un acto denigrante o indigno.

O en todo caso, si es esto lo que consideramos que es esa acción, ¿por qué realizarla nosotros también? ¿No realizamos lo mismo que está realizando la mujer? ¿Entonces por qué juzgarla mal por hacer algo que nosotros mismos estamos haciendo junto a ella? ¿Es que acaso tenemos más derechos por haber nacido hombres? ¿Será que al momento de dar cuentas ante nuestra conciencia, el hecho de ser hombres y no mujeres nos permitirá sentirnos menos culpables?

Hagamos hincapié en un elemento esencial, la reflexión, humildad, etc., en el hecho que ella en su poema hace una relación de actitudes y valores que podrían surgir para ambos sin dejar a un lado la sensibilidad de cada quien a manera personal.


En cuanto a la Autoreferencia, es interesante conocer al leer su bibliografía, que Sor Juana realmente no tenía vocación de religiosa, pues como evidentemente puede leerse, llegó al extremo de enfermar severamente por seguir las costumbres de la Orden Carmelita, pero que sigue esta vida de hecho huyendo de cualquier compromiso con un hombre, para permitirse dedicarse solamente a la escritura, lo cual consiguió al pertenecer a una orden religiosa menos severa ni muy estricta, de manera que como se informa, incluso podía contar con sirvientes y recibir visitas a su antojo. Hago énfasis en esta parte de su vida porque, el tema tocado, al menos en este poema, es evidentemente mundano, sin corresponder en lo absoluto a lo que podría esperarse de cualquier religiosa, por lo que me parece se refiere a sí misma como mujer pues en todo el poema se puede notar una defensa hacia ésta, por la desigualdad que se da entre hombres y mujeres, siendo ella misma parte de la sociedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario