¿QUÉ RELACION HAY ENTRE LITERATURA Y REALIDAD?

Si analizamos inicialmente los conceptos de ambos términos para considerar la relación que tienen entre sí, tomemos en cuenta que: “La literatura es el arte que utiliza como instrumento la palabra”.
La realidad se podría definir como “aquello que parece ser”. La realidad consiste de su percepción de ella, y la percepción que cada quien tenga de la realidad consiste en gran medida, de lo que cada quien pueda comunicar a otras personas.
Al respecto de la relación que existe entre ambos términos, se puede considerar lo que el Diccionario Internacional de Literatura y Gramática Filosófica de Guido Gómez, dice: la palabra literatura se refiere a los escritos imaginativos o de creación de autores que han hecho de la escritura una forma excelente de expresar ideas de interés general y permanente.
Entonces, ¿qué percibimos de la relación que existe entre ambos términos? Entre otras cosas que la literatura es la representación de la realidad, por lo tanto al ser “representación” estamos frente a algo “no real”, pero que busca “reflejar lo que verdaderamente sucede”. Viéndolo de esta forma, literatura no es compatible con el concepto de realidad concreta, sin que esto implique que la literatura falsee la realidad, simplemente describe lo que el autor tiene en mente y desea transmitir a los lectores, siendo en ese momento “su realidad” y es ésta la que desea que los demás percibamos.
Puede que en sentido estricto, las cosas y detalles descritos en una obra literaria no coincidan con lo que el resto de personas o lectores conozcamos como realidad, sin embargo para el autor, al momento de estar escribiendo su obra, ese hecho se constituye en un hecho absolutamente real, pues ante sus ojos, como la definición de realidad que puede leerse en el segundo párrafo dice: “es algo que parece ser”.
No siempre puede tratarse de un hecho extraordinario o aparentemente irreal, lo que describe un texto literario y que pudiera considerarse alejado de la realidad, simplemente puede tratarse de una exageración, empleada para hacer resaltar algún hecho que al autor sea interesante, por ejemplo podemos analizar el final espectacular escrito por García Márquez, y juzguen ustedes si es o no literatura:

“El coronel necesitó setenta y cinco años –los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto- para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder: -mierda.” (El Coronel No Tiene Quién Le Escriba. p. 72)